Recientemente, el capítulo argentino de Greenpeace lanzó una nueva propuesta para la vigilancia de las zonas de bosques nativos en la provincia de Salta, en el noroeste del país. Para participar no es preciso dominar alguna disciplina en particular ni poseer ningún título habilitante, sólo se necesita saber usar una computadora y tener conexión a internet. Esta propuesta está dirigida, simplemente, a todo aquel interesado en intervenir.
Los bosques salteños, una superficie que abarca unas 6 millones de hectáreas, son zonas protegidas por la “Ley de Bosques” sancionada en 2007. Sin embargo, asegura la organización ecologista, ésta es violada constantemente por el propio gobierno provincial. “El gobierno de Salta está autorizando desmontes en zonas protegidas por la Ley a pedido de los terratenientes desmontadores. Desde su sanción, en la provincia se desmontaron más de 350 mil hectáreas, de las cuales 100 mil eran zonas donde estaba prohibido deforestar”, aseguró Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Tal como describe un informe realizado por la ONG sobre el cumplimiento de la normativa, a pesar de que la reglamentación prevé un presupuesto para corroborar su acatamiento, el gobierno provincial no hace efectivos los controles y cada vez son más las hectáreas afectadas. Asimismo, no se han revisado aquellos permisos de desmonte otorgados previamente a la sanción de la ley.
En este contexto surge “Guardianes”, una plataforma digital que proporciona acceso a imágenes satelitales de los bosques en el territorio salteño. El objetivo de la iniciativa es vigilar esas áreas a través de esta herramienta para detectar posibles incumplimientos. En el caso de que un guardián detecte una tala ilegal, deberá reportarla a Greenpeace. Si se presentan más de quince reportes respecto de la misma porción de tierra, entonces la organización verifica la información y, en caso de confirmar su ilegalidad, surge la posibilidad de presentar una denuncia al gobierno de Salta y a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Luego, una nueva parcela les es designada a los guardianes que hayan hecho el reporte.
Según lo describe la ONG, “Guardianes tiene dos objetivos: uno de cooperación, que consiste en controlar entre todos las áreas forestales en las que está prohibido desmontar en Salta; y otro individual: convertirse en el Guardián con mayor puntaje”. Este aspecto de la herramienta resulta interesante más allá de su rasgo lúdico. Si se analizan ambas metas no como fines simultáneos sino como elementos interrelacionados, es posible deducir un concepto valioso. Esta práctica de vigilancia de la ley toma la forma de un juego cibernético. Aquí, el fin común y el individual son indisociables: el resultado de la cooperación del guardián se traduce directamente en un provecho propio. En el universo de esta plataforma, el beneficio propio no puede divorciarse del bien común.
[pullquote]Como un agente de espionaje cinematográfico realiza tareas de investigación que debe reportar a la central de operaciones, los guardianes de Greenpeace colaboran con una causa que los excede.[/pullquote] La idea del cooperativismo está a la orden del día y el sentido de pertenencia vivo dentro de este entretenimiento. Los puntos se van sumando y se progresa virtual y concretamente. De una manera ingeniosa y entretenida, Greenpeace apuesta a forjar una actitud comunitaria a través de un juego que conlleva resultados concretos, casi como sucede con los niños que aprenden jugando. ¿Será ésta una herramienta educativa que fomente la cooperación, el compromiso y la responsabilidad social? ¿O sólo es un juego?