El 30 de enero pasado se celebró en Berlín la sesión inaugural de la Junta de Asesoramiento Científico de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Estuvieron presentes en la ceremonia la Directora General del organismo, Irina Bokova, el Secretario General de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, el Ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, los integrantes del comité e invitados del campo científico, político y diplomático.
El proyecto de crear este foro fue establecido en el año 2012 en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas por un Desarrollo Sostenible (Rio + 20). Su función será oficiar de “intermediario” entre la comunidad científica y la oficina del Secretario General, para proponer estrategias de gestión más sustentables y equitativas que se basen en fundamentos científicos sólidos y que, a la vez, respondan a las necesidades sociales propias de cada país.
La Junta está integrada por 26 reconocidos científicos, representando a todas las regiones y varias disciplinas de investigación relevantes para el desarrollo sustentable: la ingeniería, ciencias políticas y naturales así como expertos en oceanografía, clima y biodiversidad. Su participación es ad honorem por un período de dos años, con la posibilidad de renovar su cargo por dos años más.
Entre sus miembros se encuentran dos representantes de Sudamérica. Eugenia Kalnay, de Argentina, es profesora de Ciencias Atmosféricas y Oceonografía en la Universidad de Maryland, en E.E.U.U. Trabajó en la NASA y en el Servicio Meteorológico Nacional de aquel país y en 2009 fue galardonada por la Organización Meteorológica Mundial por su tarea investigativa.
En representación de Brasil se encuentra Carlos Nobre, Secretario Nacional de Políticas de Investigación y Desarrollo en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de dicho país y miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático. Su trabajo se centra en las problemáticas de la deforestación en la Selva Amazónica y su impacto en el ecosistema.
Durante la presentación, los directivos y los asesores realizaron sus respectivas exposiciones en las que se describió el proyecto y se delinearon sus objetivos. Según expresó Bokova, “necesitamos un compromiso claro para colocar al mundo en un camino sustentable”. Para ello, explicó, “debemos conjugar los recursos y el conocimiento disponibles: precisamos políticas más integradas para abordar los retos complejos que todos enfrentamos”.
Por su parte, Steinmeier hizo hincapié en que es menester lograr una “cooperación multilateral más efectiva” en un contexto donde el tema de la sustentabilidad no puede abordarse eficazmente si no es desde una perspectiva internacional. A propósito de la presentación del funcionario alemán, algunos de los miembros del comité llamaron la atención sobre la necesidad una ciencia integrada y concebida mundialmente, es decir, que trabaje cooperativamente entre países.
[pullquote]La apuesta de la UNESCO por una labor donde confluyan los esfuerzos de la política internacional y la ciencia da cuenta de la importancia de la cuestión de la sustentabilidad en la agenda global. [/pullquote]Por un lado, la colaboración técnica trasnacional intenta dar fuerza a los argumentos y recomendaciones técnicas del Secretario General en favor de un desarrollo sostenible. Por el otro, esta nueva instancia de diálogo y discusión se propone dar mayor robustez a las políticas, con miras a obtener y afianzar resultados concretos.
La creación del Comité de Asesoramiento Científico responde también a una nueva “estrategia global” de las Naciones Unidas para continuar la lucha contra el calentamiento global. El mundo queda a la espera de nuevas implementaciones, particularmente de cara a las próximas negociaciones que se llevarán a cabo en Paris en 2015. Se trata del comienzo de un trabajo articulado entre ciencia y política que la ONU propone como cimiento para la construcción de un mundo sustentable.