El Rally Dakar es una aventura humana incomparable, construida entre los más bellos desiertos del planeta –primero en el Sahara, ahora en el continente sudamericano–. Considerado uno de los desafíos deportivos más grandes de nuestro tiempo, la carrera reúne a grandes pilotos de rally raid del mundo con competidores amateurs, que viajan miles de kilómetros para concretar el sueño de imponerse a un desafío extremo al mando de su moto, cuadriciclo, auto o camión. Actualmente, el Dakar reúne a corredores de cincuenta nacionalidades, atraviesa Argentina, Bolivia y Chile y su transmisión televisiva alcanza un millar de telespectadores en 190 países.
Uno de los aspectos menos conocidos del Dakar es su faceta solidaria y, desarrollada más recientemente, su conciencia sustentable. Así, por ejemplo, desde hace cinco años, la organización decidió compensar sus emisiones de carbono directas (viajes de reconocimiento, de los competidores y logística, entre otros), calculadas en 15.500 toneladas de equivalente de dióxido de carbono. Para hacerlo, colabora con 460 mil dólares a través del acompañamiento del proyecto natural ambiental “Madre de Dios”, una ONG que lucha contra la deforestación en la Amazonia Peruana. Su objetivo es proteger cerca de 120 mil hectáreas de bosque que sería destruido en el curso de los próximos diez años, producto de la acción de leñadores ilegales.
[pullquote position=”left” hidden=”true”]Uno de los aspectos menos conocidos del Dakar es su faceta solidaria y, desarrollada más recientemente, su conciencia sustentable.[/pullquote]Otro aspecto que hace a la sustentabilidad del Dakar es la preservación de sitios arqueológicos y paleontológicos considerados como sensibles. Para lograrlo, la preparación del trazado se realiza junto a las autoridades locales correspondientes. “En Argentina, se consulta al Ministerio de Medio Ambiente y a los servicios de cada provincia por donde pasa la competencia. En Bolivia, el Ministerio de Cultura y del Medio Ambiente evaluó y validó las rutas propuestas por la organización. Y en Chile, los principales interlocutores son el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) y las instituciones regionales”, explica la organización del Dakar en su sitio web.
También forman parte de las políticas de sustentabilidad de la carrera la realización de un inventario y evaluación de los posibles daños después de cada bivouac (campamento de pernocte) junto a las autoridades gubernamentales, que incluye la clasificación selectiva de los residuos (aproximadamente 60 toneladas de plástico, aluminio, papel y vidrio) y el tratamiento de desechos propios del uso de automóviles (5000 litros de aceites usados y 29 toneladas de desechos tales como neumáticos, trapos, baterías, etc.) por empresas autorizadas. A su vez, cada corredor debe firmar una carta ambiental.
[pullquote position=”right” hidden=”true”]Es destacable la asociación del Dakar con iniciativas para mantener un vínculo directo con los pueblos que reciben esta competencia.[/pullquote]Como parte de los medios para atenuar el impacto del Rally en el medio ambiente, también se han instalado cuatro centros de lavado equipados con hidrolavadoras de alta presión que permiten ahorrar hasta un 80 por ciento de agua. Distribuidos en las ciudades de San Juan y Salta en Argentina y Antofagasta y la Serena en Chile, estas estaciones (provistas por la empresa alemana Kärcher) permiten recuperar el agua de cada lavado, filtrar la arena y tierra para que luego pueda ser reutilizada. Los equipos –que realizan más de 5000 lavados por competencia-, tampoco utilizan detergentes o productos químicos.
Otro aspecto a destacar es la asociación del Dakar con iniciativas para mantener un vínculo directo con los pueblos que reciben esta competencia. Estas comenzaron en 2002, cuando la organización del rally se asoció con la ONG SOS Sahel, para poner en marcha y desarrollar el programa “Actions Dakar”, que trabaja a favor del desarrollo de las prácticas sustentables ambientales (economía de la madera para calefacción, sistemas de irrigación innvoadores, micro cultivos, optimización de recolección de desechos, etc.) en Mauritania, Mali y Senegal. “Los proyectos se elaboran y coordinan junto con los comités de ciudadanos implicados en todas las fases de su realización”, aseguran.
En la práctica, la Amary Sport Organisation (ASO), responsable por la competencia, destinó más de 700 mil euros a Actions Dakar desde que surgió el proyecto. La arquitectura de la iniciativa se estructura en torno a 163 microproyectos, para permitir la coordinación de comités de ciudadanos pequeños.
Por otra parte, desde su traslado a América Latina, Dakar desarrolló un vínculo con la ONG Techo, una organización que busca superar la pobreza en asentamientos precarios de la región, a través de la vinculación entre voluntarios y pobladores mediante un proceso de desarrollo comunitario. La contribución de ASO asciende a 661 mil dólares, con el que se han construido 180 viviendas de emergencia, nueve centros comunitarios y cuatro proyectos comunitarios tras el terremoto que afectó a Chile en 2010. A su vez, más de 430 pilotos se sumaron en 2013 a la iniciativa “Únete a la carrera contra la pobreza”, incorporando a Techo como “sponsor solidario”.
