A partir del miércoles pasado, gracias a la entrada en vigencia en Chile de la Ley 20.571, las personas que cuenten con un sistema fotovoltaico conectado a la red eléctrica podrán, además de generar su propia energía, incorporar sus excedentes a la red general y recibir dinero por ello.
La Ley de Net Billing o de Generación Distribuida regula el pago de tarifas eléctricas de generadores residenciales y comerciales con capacidad de hasta 100 Kw. La contribución que los propietarios de las instalaciones fotovoltaicas realicen será valorizada al precio que las empresas de distribución traspasan a sus clientes, de acuerdo a los precios regulados fijados por decreto. La cantidad de paneles que se instalen será la que determine el volumen de energía aportada a la red eléctrica.
Si bien la Asociación Chilena de Energía Solar (ACESOL), que reúne a los interesados en promover el desarrollo de la energía solar en dicho país, afirmó que desde el inicio del Net Billing las autoridades y la industria esperan activar el mercado fotovoltaico distribuido, también expresó que son necesarios mayores incentivos para dar un impulso significativo al desarrollo.
Para que el mercado funcione mejor, según los empresarios solares, se debe realizar una modificación a la Ley que permita el netmetering (medición neta de electricidad), como sucede en países y estados como Alemania, California y México, que lograron importantes desarrollos en energía fotovoltaica a nivel distribuido, y llevar a cabo un sistema de financiamiento u otorgamiento de créditos blandos que puedan ser cancelados con el ahorro obtenido.