A principios de febrero, la comunidad que conforman más de 900 Empresas B de 29 países lanzó la campaña [pullquote]“B the Change” (“Sé el cambio”), una acción global para respaldar y premiar a las personas que apoyan a los emprendimientos como una herramienta para fomentar el bienestar social.[/pullquote] Durante todo 2014, las B Corps estarán celebrando, a través de esta iniciativa, las formas en las que las empresas pueden ser “una fuerza para el bien: desde las líneas de producción sustentable y empleados involucrados hasta consumidores responsables y comunidades comprometidas”, explica la certificadora oficial B Lab en su sitio web.
La campaña tiene como centro el sitio web BtheChange.com. Allí los usuarios pueden “sumarse al equipo” y postularse para ser reconocidos como Empresas B, leer historias sobre emprendedores que forman parte de la comunidad, acceder a herramientas para potenciar el trabajo o invitar a otras compañías a sumarse a la iniciativa, entre otras.
Los organizadores también proponen a los usuarios varias acciones concretas. En redes sociales, utilizando el hashtag #BtheChange, “gustando” de una Empresa B en Facebook o compartiendo una historia sobre un “hacedor del cambio”. El objetivo de esto es “hablar con una voz unificada” y “lograr que más gente conozca sobre esta mejor forma de hacer negocios y redefinir el concepto de éxito empresarial”. Otras opciones son reclutar nuevas firmas o proponerles que tomen el test de impacto B (que mide el impacto de la compañía en la sociedad y el ambiente).
Varias “B Corps” también desarrollaron ediciones especiales de productos y packagings con el slogan oficial de la campaña:
Atayne, una marca de indumentaria ecológica, que utiliza solo poliéster reciclado y ningún químico contaminante.
Best Organics, proveedor de canastas de regalos orgánicas y sustentables.
Cabot Creamery Cooperative, productores de quesos, crema y productos lácteos propiedad de 1200 granjas que operan como cooperativa en los alrededores de Nueva York.
Ecojot, creadores de cuadernos y anotadores reciclados, que donan un porcentaje de las ganancias a escuelas con necesidades de materiales educativos.
GoLite, empresa de manufacturas responsables para la intemperie y el “viajero de aventuras”.
Greyston Bakery, los “panaderos en una misión” de crear trabajos, desarrollar programas sociales y romper el círculo de la pobreza.
HappyFamily, quienes desarrollaron una línea de productos comestibles orgánicos y anti-alergénicos.
Numi Organic Tea, que ofrece tés y hierbas con 100 por ciento de ingredientes reales producidos por jardínes que pagan a sus obreros salarios justos.
Pacific Northwest Kale Chips, parte del movimiento de “comida real”, que proporciona alimentos saludables y nutricionales “construyendo un puente entre lo orgánico, granjas sustentables y las comunidades locales”.
Peeled Snacks, cuya misión es ofrecer golosinas lo más cercanas a la naturaleza posible y “desarrollar confianza en los consumidores a través de la transparencia y la honestidad, trabajando de forma cercana con granjeros y proveedores para crear productos sustentables”.
Plum Organics, especialistas en comida orgánica y nutricional para bebés.
Preserve, empresa que ofrece productos reciclados de polipropileno para consumo diario (tuppers, cepillos de dientes, etc.).
The Honest Company, productores de pañales, baños, cremas y productos de higiene personal no-tóxicos y eco-amigables.
Otra Empresa B, Badger -especialistas en productos de higiene personal orgánicos-, invitó a sus empleados a sumarse a la iniciativa a través de sus propias redes sociales, aprovechando la campaña para trabajar internamente el significado de formar parte del movimiento. “Ser empleado de una B Corp certificada me da la satisfacción de que el trabajo que hago ayuda a construir un bien mayor”, dijo Peter Bonito, coordinador de ensamblado de Badger. “También disfruto la seguridad de saber que las decisiones que se toman en Badger se me van a presentar de forma clara, y que no permaneceré en la ignorancia mientras se toman decisiones sobre la empresa”.
Emily Mason, nueva coordinadora de cuentas, aportó una mirada generacional sobre el fenómeno: “Como un producto de los ´90, nunca pensé que vería el día en que las compañías con fines de lucro podrían competir en el mercado sin poner en riesgo sus principios éticos. Estamos en el medio de ‘ser el cambio’ que nos gustaría ver en el mundo, y estoy muy honrada de ser parte de eso”.