Existe una idea muy difundida en el ámbito de la RSE que postula que las empresas socialmente responsables deberían producir mejores rendimientos en la bolsa. Entre los factores que se señalan para sustentar esta premisa, se incluyen el enfrentar menos riesgos ambientales, ecológicos y de gobierno corporativo, un uso más eficiente de los insumos, contar con empleados más productivos y clientes más dispuestos a pagar precios más altos por sus productos, etc.
Sin embargo, todos estos supuestos, en muchos casos, no se transforman en realidad. Algunos especialistas, como Antonio Vives –doctor en Mercados Financieros y ex gerente de desarrollo sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo-, aseguran que “el mecanismo que transfiere la responsabilidad en rentabilidad en muchos casos no funciona”.
[pullquote position=”left” hidden=”true”] Es posible afirmar que no existen garantías para que una empresa socialmente responsable sea más rentable en la bolsa. [/pullquote] Esto puede deberse a que “los actores en el ‘mercado de la responsabilidad’ (consumidores, accionistas, empleados, gobiernos, proveedores, etc.) no se enteran de la responsabilidad de la empresa, o enterándose no lo creen, o creyéndolo no actúan en consecuencia, o la empresa gestiona bien la información que le conviene”, explica.
En conclusión, es posible afirmar que no existen garantías para que una empresa socialmente responsable sea más rentable en la bolsa, ya que esto depende de la reacción de los stakeholders.
Con el objetivo de profundizar en esta problemática, el grupo gestor de fondos de inversiones bursátiles Hermes presentó un estudio titulado “ESG investing: Does it just make you feel good, or is it actually good for your portfolio?”(“Inversiones ESG -responsabilidad ambiental, social y de buen gobierno-, ¿te hace sentir bien o es bueno para tu cartera de inversiones?”).
[pullquote position=”left” hidden=”true”] Aparentemente, el mercado bursátil tiende a castigar a las empresas que se portan mal, más que premiar a quiénes hacen las cosas bien [/pullquote] Según el informe, no son las empresas mejor calificadas en responsabilidad social y ambiental las que más rinden, sino aquellas que reciben mejor calificación en buen gobierno corporativo. Aparentemente, el mercado bursátil tiende a castigar a las empresas que se portan mal, más que premiar a quiénes hacen las cosas bien.
“Al mercado bursátil”, explica Vives, “(todavía) no le importa la responsabilidad social y ambiental de las empresas, pero sí actúan en base al comportamiento sobre el gobierno corporativo, que es lo que le preocupa a los analistas financieros, los gestores de fondos y los inversionistas institucionales”.
El “todavía” significa que el aprendizaje sobre responsabilidad ambiental, social y de buen gobierno no se ha masificado, menos aún en el caso de los analistas financieros. Sin embargo, es legítimo afirmar que para algunas empresas el rendimiento bursátil si dependa de los aspectos sociales y ambientales y que, por otro lado, existan firmas cuya rentabilidad contable (su ingreso neto, no su precio de cambio en la bolsa) se vea afectada positivamente por la RSE.
[pullquote position=”right” hidden=”true”] La inversión bursátil sustentable es, por el momento, más una decisión ideológica que una garantía financiera [/pullquote] Por supuesto, se trata de un estudio entre cientos, que hasta el momento no han ofrecido más que pantallazos sobre un aspecto del campo económico relativamente joven. Se han realizado con diferentes mediciones para representar la RSE, diferentes períodos de tiempo, diferentes bolsas de valores y la conclusión, hasta el momento, es que “no hay conclusión generalizable –afirma Vives-. Muchos encuentran una relación positiva, otros una negativa y otros no encuentran relación alguna. Algunos dicen que demuestran que las empresas responsables son más rentables y otros que las empresas más rentables son más responsables. La realidad es que las empresas bien gestionadas son responsables y rentables”.
La inversión bursátil sustentable es, por el momento, más una decisión ideológica que una garantía financiera (aunque muchos afirmarían que una buena opción en el largo plazo). Tal vez en el futuro, cuando los aspectos sociales, ambientales y de gobierno de una empresa sean más relevantes para los mercados, lo que hoy debería ser, pase efectivamente a serlo.