El 22 de marzo de cada año se celebra el Día Internacional del Agua y, para conmemorarlo, la organización The Water Project Foundation lanzó una campaña dirigida por Martín Cerri para la agencia Walton Isaacson.
La fundación, dedicada a proporcionar agua en zonas donde solo existen pozos con agua sucia (lo que provoca serias enfermedades en la población), impulsó una acción que consistió en repartir botellas de agua al público de una sala de cine, en el marco de una promoción, antes de que comenzara la película.
Mientras los espectadores trataban, sin éxito, de abrir las botellas (lo cual era casi imposible), en la pantalla se proyectaban imágenes de niños recolectando agua sucia de pozos y trasladando pesados baldes. La fundación intenta, a partir de la frustración generada por no poder acceder al agua, que los espectadores imaginen lo que sienten aquellos pobladores cuando tienen que hacer grandes esfuerzos para obtener aquel recurso tan imprescindible para sus vidas.