Las grandes ciudades del mundo han sido diseñadas durante el último siglo para el uso del automóvil como medio de transporte principal. Este modelo acompañado del crecimiento de la industria del automóvil conlleva problemas cada vez más evidentes para los habitantes: caos en la circulación, contaminación acústica y atmosférica (debido a las emisiones de CO2), mal uso de los recursos energéticos y calentamiento global, entre otros.
Sin embargo, en los últimos años una nueva cultura de la movilidad busca terminar con el imperio del automóvil, incentivando el uso de la bicicleta (además del desarrollo del transporte público) por ser el vehículo más eficaz, saludable, veloz, económico y respetuoso con la naturaleza, para la circulación dentro de las ciudades.
[pullquote position=”left” hidden=”true”]En un mundo acostumbrado a usar de forma desmedida los recursos no renovables es fundamental empezar a adoptar procesos de producción amigables con el medio ambiente.[/pullquote]Ante el aumento del uso de la bicicleta, diseñadores de todo el mundo desarrollan nuevos modelos amigables con el medio ambiente. Y uno de los principales materiales utilizados es la madera.
La madera se caracteriza por la gran resistencia a la compresión y a la tracción, y por su margen de flexibilidad que absorbe los impactos que producen las irregularidades del terreno.
Así las bicicletas se convierten en un medio de transporte sustentable también por su composición material.
Arte y carpintería al servicio de la movilidad sustentable
El artista y carpintero Matías Flocco produce en su taller Salvador Muebles bicicletas de madera con material reciclado desde 2012 cuando surgió la curiosidad. “Lo que para algunos no es más que basura yo lo considero un tesoro”, señaló.
Luego de investigar cómo se producían en Estados Unidos y en Europa, probó con un proceso de multilaminado con piezas de piso de pinotea que tenía en su taller y en quince días armó su primer prototipo que tuvo éxito en la etapa de prueba.
Esta madera se conserva con el paso del tiempo gracias a la cantidad de resina que posee. Además, la virtud de emplear maderas añosas es la estabilidad de las fibras que evita torceduras y movimientos en la madera.
Su diseño remite a los viejos galpones ferroviarios que utilizaban una técnica de ensamble similar, con bulones pasantes. Las piezas metálicas de sus bicicletas son de retazos de aluminio que sobra de otros trabajos.
Los cuadros de las bicicletas que produce, todos modelos únicos, tienen incrustaciones en maderas finas como ébano de Madagascar, sobrante de una fábrica de guitarras, y piedras preciosas. Además, posee una caja para guardar parches y un sistema de iluminación led integrado.
El armado final de las bicicletas está a cargo de Santiago Oliver, mecánico de bicicletas.
“En un mundo acostumbrado a usar de forma desmedida los recursos no renovables es fundamental empezar a adoptar procesos de producción amigables con el medio ambiente”, dijo Matías Flocco.
Las bicicletas que él produce forman parte de muestras y exposiciones. Hasta el 3 de octubre pueden verse en la muestra “Diseñadores Argentinos” en Espacio Cetol (Av. del Libertador 6188 – Ciudad de Buenos Aires).
Fotos: Salvador Muebles